Podría haber sido construido entre finales del s. XIX y principios del XX. Dedicado en un principio a la cría caballar, actualmente la actividad que se realiza en este cortijo es la producción de flor seca con fin ornamental. En su frontal destacan dos torres mirador que flanquean el señorío del cortijo, disponiéndose en un lateral las edificaciones que se usaron como establos en tiempos pasados.